Horno de leña u horno eléctrico para una pizza artesanal

El horno de leña se ha convertido en un elemento casi indispensable para elaborar una pizza artesana de calidad. A continuación, repasamos sus características y diferencias con respecto al horno eléctrico.

Diferencias entre ambos tipos de horno

Resulta imprescindible exponer cuáles son las diferencias principales en el uso de cada uno de ellos. En el siguiente apartado ahondamos en las más relevantes.

El espacio necesario para su instalación

La variedad de modelos eléctricos juega a su favor, adaptándose mejor a cualquier cocina con independencia de su tamaño. Los modelos que funcionan con leña necesitan una obra específica, un lugar para almacenar la leña, otro para albergar los utensilios correspondientes y, en definitiva, disponer de una parte concreta de la cocina para poder sacarle el máximo partido.

Piccola: horno de leña

El consumo de energía

El que funciona con electricidad reclama una temperatura constante de 300º C para lograr que la base quede crujiente y que el queso se gratine. Uno de leña desempeña la misma función a una temperatura de 400º C y, además, puede mantenerla durante unas 8 horas. Esta última opción es siempre más económica y sostenible que la primera en caso de usarse continuamente.

El manejo de las pizzas

Para introducir una pizza en un horno eléctrico solo es necesario disponerla en una bandeja y esperar a que el horno avise de que ha pasado el tiempo estipulado. El horno de leña exige prestarle atención al fuego e ir revisando cada pizza constantemente para conseguir el punto adecuado. Igualmente, es necesario el uso de una pala y de cierta destreza para agilizar el proceso.

El nivel de producción

En uno de leña con el fuego a un óptimo nivel es posible introducir varias pizzas al mismo tiempo y tenerlas listas en unos 3 minutos. Uno eléctrico, en cambio, tarda una media de 4 minutos en preparar cada pizza. De hecho, su limitada capacidad, según el modelo elegido, puede llegar a lastrar su productividad. El poder controlar, como en el primer caso, más fácilmente el punto de cocción afecta, directamente, a la calidad de la pizza que se está cocinando.

El diseño

Los modelos eléctricos apuestan por una forma rectangular o cuadrada para sacarle el máximo partido al calor generado por las resistencias correspondientes. Los de leña son circulares, lo que permite que el reparto del calor sea más equilibrado. Gracias a este factor es posible lograr distintos puntos de crujiente y calcular mejor el nivel de fundido del queso.

Influye el tipo de horno en el sabor de la pizza

Sí. Aunque el resultado pudiera parecer el mismo, no es así a la hora de probar una pizza cocida en un horno o en otro. Las preparadas en horno eléctrico tienen el sabor de los ingredientes elegidos y una cocción uniforme que estéticamente resulta más atractiva. A la hora de probarla, no suele haber sorpresas y todo depende de la calidad de los ingredientes empleados.

Una pizza cocida en un horno de leña tiene una cocción un tanto irregular, pero a cambio reúne el aroma de la leña y el sabor de esa base ligeramente más tostada que en el caso anterior. La pincelada ahumada no deja de ser un magnífico complemento que favorece disfrutar de una experiencia gastronómica más completa.

La última elección es la del cliente

En el momento de pedir una pizza a domicilio en León, todo dependerá de los gustos del que vaya a degustarla. Con la información anterior, resulta más fácil escoger la alternativa que se prefiera en cada caso.

Piccola: horno eléctrico

En definitiva, el horno de leña parece seguir siendo el favorito de los que quieren degustar una pizza de siempre, con ese toque artesanal tan especial que sigue conquistando cualquier paladar desde el primer bocado.