Si pensamos en comida italiana nos viene a la mente su pasta fresca, sus pizzas artesanas y, por supuesto, su sabrosa lasaña. La gastronomía italiana además de deliciosa y tradicional es muy diversa y difícilmente imitable y aunque sus platos cuentan con elaboraciones sencillas pocas son las versiones que llegan a parecerse.
Si hablamos, concretamente, de la lasaña la cantidad de versiones y recetas que se elaboran es innumerable. Lasaña de espinacas, de carne, de pescado…Pero el secreto de esta gastronomía reside en la cuidada selección de sus ingredientes combinada con su alta calidad y su espectacular cocina casera que hacen que cada bocado sea una experiencia única de sabor, un viaje a través de los sentidos que te transportará, donde quiera que estés, a la antigua y bella Italia.
¿Sabías que antiguamente la lasaña se realizaba con la carne y verduras sobrantes? Aunque hoy lo consideramos un plato exquisito, no siempre fue así. Si echamos la vista atrás podremos observar la evolución que ha tenido a lo largo del tiempo en su elaboración, ya que en un primer momento las láminas de la masa se freían hasta que posteriormente se convirtió en la base de este “pastel al horno” que todos conocemos, así como en las múltiples versiones extendidas por todo el mundo.
Como, por ejemplo, el caso de la Mexicana que consiste en sustituir las capas de pasta por capas de tortilla y la salsa boloñesa por chile con carne o la Venezolana en la cuál sustituyen la pasta por plátano aplastado.
Lo que no ha cambiado es su popularidad dentro de la cocina italiana. En la Piccola Stanza elaboramos nuestras lasañas de forma tradicional y artesanal, como lo hacen las auténticas abuelas italianas.
Porque para ellos la comida es mucho más que una mera forma de alimentarse, tiene un significado de unión familiar, de celebración, por eso elaboran sus platos con tanto mimo y dedicación. Esa esencia tradicional es la que encontrarás en nuestros restaurantes italianos en León y Gijón.
¿Y cómo conseguimos esto? La calidad de los ingredientes es lo que determina el éxito de nuestros platos, por ello utilizamos productos traídos directamente de Italia para no perder ni la esencia ni el sabor tan característico. Si combinamos ingredientes de primera calidad 100% italianos con el toque de nuestros chefs que conocen de primera mano estas recetas tradicionales, Mamma Mia! Se nos cambia hasta el acento.
¿Eres un apasionado de esta gastronomía? ¿Te gustaría convertirte en un auténtico chef italiano? Si es así estás de enhorabuena porque vamos a desvelarte la receta de uno de nuestros platos estrella: Lasaña de Espinacas y Ricotta. Aunque no podemos prometer que te salga igual que a nuestros chefs, ya que su toque es realmente mágico, ¡parecen auténticos italianos!
Seguramente, por sus innumerables variantes, es probable que ya te hayas aventurado en alguna ocasión a elaborar tu propia receta. Pero, si quieres conseguir ese toque que la hace tan especial deberás elegir ingredientes frescos y prestar especial atención a los tiempos de cocción. La cocina tradicional italiana se basa en el cariño y la paciencia.
Y ahora que ya sabes todo esto prepara el delantal. ¡Comenzamos!
Nuestra receta de Lasaña de Espinacas y Ricotta
– Para empezar, vierte un chorro de aceite de oliva en un cazo en el cual doraremos unos ajos. Te recomendamos que utilices ajos enteros porque potencia más su sabor. También si eres de los que le apasiona el picante puedes añadirle unas guindillas al aceite, le dará un buen toque y tú mismo puedes regular su intensidad. Cuando todo esté bien dorado lo retiramos.
– El siguiente paso es salpimentar las espinacas y saltearlas hasta que veamos que pierden todo el agua. Una vez que esto ocurra retiramos unas pocas para triturarlas con la bechamel.
– Escurrimos el agua del resto de espinacas que hemos dejado y añadimos una mezcla que hemos elaborado previamente con: huevos y varios tipos de queso, en este caso, con ricotta y parmesano. Aquí realmente puedes escoger el tipo de queso que más te guste y hacer tu propia versión. ¡Cuanto más queso más sabroso!
– Pues bien, cuando tengamos lista esta mezcla la añadimos a las espinacas, lo removemos todo bien y lo cocinamos a fuego muy lento para que se emulsionen las espinacas con la mezcla. ¿Recuerdas que la cocina tradicional italiana se basaba en la paciencia? Pues aquí la tienes.
– Cuando tengamos listos todos los ingredientes llega el momento de montar la lasaña, aunque previamente hemos tenido que cocinar las láminas de pasta. Una vez estén listas lo ideal es intercalar las láminas de pasta con el relleno y la bechamel que hemos preparado. ¿Recuerdas las espinacas que apartamos para triturarlas con la bechamel? Pues este es el momento de echar este puré que hemos preparado para que le de ese toque de sabor más intenso y el tono verde a la bechamel. Precalienta el horno a 180 grados. ¡Y a dentro! Durante unos 30 minutos.
Ahora que ya conoces uno de nuestros secretos mejor guardados, ¿te animas a intentarlo? La lasaña de espinacas es perfecta para celebrar cualquier ocasión, ya que es una receta que nunca pasa de moda y que gusta tanto a mayores como a los más pequeños. Además, su relleno vegetariano hace de este plato una versión más ligera que la elaborada con carne. Anímate a probarla y a hacer tu propia versión.